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La comunicación tiene que ver con el corazón. No importa cuán seria sea la conversación o lo que esté en juego, queremos conectarnos, entender y ser entendidos. La comunicación exitosa es tan satisfactoria porque la separación entre nosotros y nuestro interlocutor se suaviza o desaparece por completo. Nos sentimos más cerca, más familiares, más tranquilos y menos aislados. ¿Quién no quiere comunicarse mejor?
Todos podemos beneficiarnos de reponer nuestra caja de herramientas de comunicación de vez en cuando. Cuando mejoramos nuestra comunicación, todos ganan. Lleva estas habilidades centradas en el corazón al centro de tu vida. Todos los que conoces te lo agradecerán.
1. United states of america tus poderes de observación.
Mejorar la comunicación consiste en volverse más consciente. Comience observando a la persona con la que está hablando. Tenga en cuenta la distancia entre usted, los movimientos de los ojos, los cambios en el tono de la piel, los movimientos de brazos y manos, el tono de voz y la velocidad del habla. Seguro que descubrirás algo que nunca antes habías notado. Como dijo Yogi Berra: «Puedes observar mucho simplemente mirando».
Hace unos días estuve en contacto con alguien a quien no conocía muy bien. Hice una pregunta y vi que su piel se ponía pálida y sus ojos miraban hacia abajo. Sabía que algo había cambiado y pronto me di cuenta de que accidentalmente había tocado un punto muy dolorido.
¿Qué hacer con la información recopilada? Úsalo para mantenerte en contacto con tu pareja. Si su interlocutor duda, espere antes de intervenir. Cuando las emociones aparezcan, muestra empatía. Si su objetivo es mantenerse conectado y profundizar la conversación, sus observaciones lo guiarán, ya que las personas no pueden evitar expresarse de diversas maneras. Mira a tu pareja con nuevos ojos y seguro alcanzarás un nuevo nivel de conexión.
2. Escuche con la mente y el corazón abiertos.
Escuchar es la clave secreta para una comunicación efectiva. Escuche atentamente, prestando atención al significado de las palabras ya los sentimientos y necesidades expresados. Si no puede repetir lo que escuchó, haga preguntas para aclararlo. Quédate con él hasta que entiendas todo lo que se dijo.
Experimente para ver qué tan receptivo y abierto puede ser. Si está consciente de algo que está afectando su capacidad de escuchar abiertamente, como Por ejemplo, si tiene una agenda o ganas de criticar o interrumpir, admítalo en lugar de proyectarlo en la otra persona diciendo algo de lo que probablemente se arrepienta. Acepte sus reacciones y necesidades internas, pero mantenga la mente despejada para que realmente pueda escuchar a la otra persona.
Si notas que tu atención está divagando, vuelve a conectarte con la interacción usando tus poderes de observación y escuchando lo que es realmente importante para la persona.
3. Haz preguntas.
A la gente le encanta saber que los demás están interesados en ellos, así que sé curioso sobre lo que se dice haciendo preguntas. A medida que se revela más, su conexión entre ustedes se profundiza naturalmente. Y como un explorador, aprendes algo nuevo cuando abres nuevos caminos. Aquí hay algunas sugerencias: cómo se sintió/se sintió… cuál fue su reacción… qué fue importante para usted… cómo fue eso para usted.
Una de mis preguntas favoritas es: «¿Algo más?» Después de que alguien haya expresado sus inquietudes o necesidades, preguntar si hay algo más muestra tu intención de incorporar realmente lo que quiera expresar. Ayuda a las personas a sentirse satisfechas con la interacción y es posible que escuche el punto más importante.
4. Pulse el botón Pausa.
Cuando sienta que aumenta la ira y la frustración, presione el botón de pausa. Todos dijimos cosas en el calor del momento que no ayudaron a la interacción. Durante una conversación difícil, intente prestar alrededor del 10 por ciento de su atención, o más si es necesario, a sus reacciones internas. Cuando pase de hervir a fuego lento, presione el botón de pausa. Entonces tienes algunas opciones.
Primero, cuídate reconociendo que el momento es desafiante, respira conscientemente y acepta tus sentimientos. Luego intente abordar la conversación desde un ángulo diferente, haga una pregunta, concéntrese en escuchar, comparta cómo se siente sin culpar ni ninguna otra posibilidad (constructiva) que se le ocurra. Si necesita un descanso, hágalo y reanude la conversación cuando esté más tranquilo.
5. Cuidado con las expectativas.
¿Alguna vez has tenido la misma conversación problemática una y otra vez? Si es así, es casi seguro que tu corazón está encerrado en esa persona. Probablemente te acercas a la interacción con una expectativa de cómo irá, lo que finalmente se convierte en una profecía autocumplida. Una anticipación mantiene la interacción en una rutina incluso antes de que comience.
Date cuenta de que no estás viendo a la otra persona claramente, la estás viendo a través del velo de tu expectativa. ¿La solución? Deje sus predicciones a un lado y salga con una mente fresca y clara. Imagina que esta es la primera vez que ocurre esta interacción. Redoble sus esfuerzos para observar y escuchar, y esté abierto a la posibilidad de nuevos conocimientos y resultados.
6. Expresar aprecio.
«Dar conecta a dos personas, el que da y el que recibe, y esta conexión genera un nuevo sentido de pertenencia». Deepak Chopra
Nunca podemos expresar demasiado aprecio. ¿Por qué no enviar más amor al mundo? Puedes hacerlo con una buena comunicación. Sal de tu zona de confort para hacer un cumplido, decir gracias, compartir un abrazo, ser honesto sobre lo que valoras. Piense en las personas que ve con frecuencia y que podría dar por sentadas: colegas, familiares, la persona que le sirve el café o que viaja en el mismo autobús. ¿Cómo puedes conectarte con ellos abriendo tu corazón un poco más?
La comunicación desde el corazón disuelve los límites y cura las separaciones. Cuando estamos abiertos a ver al otro por lo que es y escuchar profundamente, realmente nos encontramos como uno.
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